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EL ÓRBIGO EDITORIAL
El Órbigo Editorial es otro fenómeno insólito y sorprendente dentro de la Esthética Originaria. Esta editorial fue así bautizada como homenaje al río leonés de la infancia del Maestro Santiago Pérez Gago y es la única que ha nacido por la necesidad de unos discípulos, de unos seguidores, de publicar la obra completa de su maestro. Una obra que, por otro lado, no había nacido para ser publicada.
En opinión del actual director de la editorial, Fernando Labajos Briones, si consideramos la trayectoria de Pérez Gago podemos descubrir asombrosas coherencias que nos llevan a pensar que el Órbigo Editorial es un corolario de su biografía, una manifestación de su destino. En su biografía del Maestro, incluida en el libro Los Marino (Órbigo, 2000),así titulado en homenaje al sobrenombre que la familia Pérez recibía en la Ribera leonesa, se puede encontrar ese paralelismo entre la vida de Pérez Gago y la vida del río Órbigo. Ambos nacen en la montaña de Luna, donde los manantiales donan generosamente su agua sin preocuparse del encauzamiento o del embotellamiento. De igual manera, Pérez Gago, siguiendo sus deberes de ‘autor’, da a luz su obra sin preocuparse de la publicación. Y ambos, el autor y el Órbigo, apuestan por la fluvialidad, la naturaleza incesante del ser en movimiento, su esencial heterogeneidad. Esta realidad última de las cosas que, ante el fracaso de lo efímero, ha anhelado siempre el ser humano, ha recibido el nombre de Rialidad (de río, como el Órbigo) en la Esthética Originaria de Pérez Gago.
El niño Santiago (Bubillo, como aún le siguen llamando) se crió en la ribera del Órbigo y ya intuyó allí esta rialidad última de las cosas, como se recuerda en Los Marino. Años después, Pérez Gago se vio sobrecogido escribiendo, día a día, su obra. De una manera inevitable, como los manantiales o el río de su niñez. Cayó entonces en la cuenta de que su misión de autor y de místico sería dar a luz todas sus intuiciones. Su sueño de los años sesenta de una editorial para contemplativos se reveló profecía al fundarse el Órbigo Editorial en 1998. Actualmente, la tarea más importante de Órbigo es la publicación de la obra completa (Partida a la Integridad) de Santiago Pérez Gago, de la que ya lleva editados catorce tomos.
Especial mención merece el símbolo-divisa del Órbigo editorial, que incorpora varios aspectos de la Esthética Originaria de Pérez Gago y de su particular escritura, la orphigramía.
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En el símbolo tenemos una O con un punto en el centro que sigue la tradición de las oes hispánicas góticas.
Es un mandala que simboliza el punto nuclear, el punto de luz, la verdad anhelada por el ser humano que anda perdido en su existencia, en la disputa de los diversos y embrolladores puntos de vista. Detrás de las opiniones particulares, en el ámbito de la moral, del derecho, de la política, de la religión, del arte, de la ciencia, siempre se ha sospechado una verdad unificadora: un punto de luz.
En ese punto de luz vemos una e (de editorial) que es un salmón. Salmón que, como el ser humano, tiene que retornar a contracorriente del río de la existencia hacia su origen. Todos los anhelos, ansiedades, fracasos de la existencia son vestigios de una profunda nostalgia, que etimológicamente quiere decir “dolor del retorno”.
La existencia siempre es una nostalgia de un paraíso perdido, de un origen, de aquí el apellido de la Esthética de Pérez Gago: originaria. Y ese origen se recupera, y retomo el otro aspecto del símbolo, sumergiéndose en la fluvialidad: . Esta inmersión en el agua, en las “vivas aguas del ser” es la sensación de comunión en el todo.
La Esthética Originaria propone esta inmersión, este bautismo purificador, en las aguas del Órbigo, del Órbigo Editorial. Todos nuestros dispares pensamientos, nuestros problemas existenciales, se resolverían, se disolverían en este río de luz, en esta integridad de luz, que propone la Esthética Originaria.

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